Premio en memoria de Nancy Walton Pringle
dakota caña
Doe, un ciervo
Aparece un cuadrado rojo entre
mis piernas en la pantalla y luego
hay deslizamientos rápidos de tres dedos
hasta la parte interna de mis muslos, a lo largo de mi entrepierna
y trato de pensar en lugar de mi
propias manos alisando sicómoro
hojas contra el cuerpo de un cervatillo
me encontré agachado en el asfalto
un verano, esperando en el mal
lugar para que su madre regrese.
Estoy despejado y no es hasta
llego a mi puerta que me doy cuenta que tengo
olvidado mi equipaje, incluso olvidado
despedirme de mi madre
de pie al otro lado de la seguridad—
olvidado que alguien más estaba allí
en absoluto, olvidé que nada existía
además de las manos entre mis piernas
y mis manos en el cervatillo y me olvidé,
también, que yo no estaba todavía pegado a él
o él o él con manos que
parecía estar en todas partes a la vez.
Doe no volverá a sus crías
si sienten olor humano en sus
piel: y así las hojas del sicómoro,
y entonces mis rodillas se hunden en la humedad
suelo mientras me inclino hacia adelante. yo miro
a través de los arbustos para presenciar el reencuentro,
un poco de estilo impresionista
y un parpadeo de colas blancas que salpican
en la distancia.